15 de enero de 2021

Los 159 ayuntamientos del Pacto de Alcaldías por el Clima y la Energía ya tienen su inventario base de emisiones

El documento cuantifica el CO2 emitido en 2005, año base sobre el que hay que alcanzar una reducción del 40% para 2030

Los 159 municipios adheridos al Pacto de Alcaldías por el Clima y la Energía disponen ya, desde el 15 de diciembre, de su respectivo inventario de emisiones de gases de efecto invernadero del año 2005. Este ejercicio sirve de base para calcular la reducción de emisiones a las que se han comprometido y que debe llegar al 40% para 2030. Durante este año, cada entidad local elaborará su Plan (PACES) para alcanzar los objetivos asumidos.

Lursarea, la Agencia del Gobierno de Navarra para el Territorio y la Sostenibilidad, envió los inventarios a los ayuntamientos tras la presentación de los trabajos en un acto on line en el que participaron casi un centenar de cargos locales. En representación de los autores de los inventarios, David Font explicó la metodología utilizada. Por su parte, el representante en España de la Oficina del Pacto de Alcaldías, Miguel Morcillo, expuso los cambios que afectarán al programa después de que el Parlamento y la Comisión Europeos marcaran objetivos de reducción más ambiciosos.

Los inventarios

Los inventarios 2005, que constituyen la línea base para los cálculos, contemplan cuatro áreas: la Administración municipal (alumbrado, edificios…), el sector residencial, la movilidad y los residuos. Quedan excluidos el sector servicios y el industrial.

En el citado año, el 74% de las emisiones en los cuatro sectores contemplados correspondía al transporte; el 22% al sector residencial; el 2% a los residuos; el 1,1% a los edificios municipales; y el 0,5% al alumbrado. Desde entonces y hasta 2018 se ha avanzado en la reducción de emisiones, que solo han crecido en el transporte (un 2,2%). El sector residencial las ha rebajado en un 28% y el de residuos en un 24%. Por tanto, las entidades locales ya han hecho una parte del camino hacia la reducción del 40% para 2030.

Nuevos objetivos más ambiciosos

Por su parte, Miguel Morcillo recordó que el Parlamento y la Comisión Europea acaban de adoptar compromisos para incrementar el citado 40% hasta un 55%. La medida no afectará a las entidades locales que ya forman parte del Pacto de Alcaldías, que asumieron sus compromisos con las condiciones anteriores, pero sí será exigible a las que se adhieran a partir de ahora al mismo.

De hecho, las instituciones comunitarias están pensando ya en el objetivo de cero emisiones para 2050 y la Oficina del Pacto está trabajando en la elaboración de un documento de adhesión en esa línea. “Hay que repensar el Pacto de Alcaldías 2050 –dijo Morcillo- y refrendarlo”.

 

 

El mayor movimiento mundial por el clima

Promovido por la Unión Europea, el Pacto de Alcaldías por el Clima y la Energía es el mayor movimiento mundial de ciudades y pueblos por la acción local en clima y energía. En este momento son 10.000 los municipios firmantes, pertenecientes a 59 países. En estas localidades habitan, en conjunto, más de 300 millones de personas.

Se trata de una iniciativa por la que los gobiernos locales se corresponsabilizan con los objetivos de reducción de los gases de efecto invernadero y adoptan un enfoque común para la mitigación y la adaptación al cambio climático, así como frente a la pobreza energética.

Por sus competencias, las autoridades locales desempeñan una función clave en las políticas públicas ante el cambio climático. La participación en el Pacto de Alcaldías por el Clima y la Energía ofrece apoyo proporcionando el reconocimiento, los recursos y las oportunidades de trabajo en red para impulsar los compromisos.

El Pacto de Alcaldías para el Clima y la Energía está abierto a todas las autoridades locales democráticamente constituidas, independientemente de su tamaño y del estadio de implantación de sus políticas en materia de energía y clima.

El desafío es de tal dimensión que requiere la implicación activa de todos los agentes, públicos y privados. La transición energética es un enorme reto para los municipios, a la vez que una formidable oportunidad. Entre otras cuestiones, como vía de financiación de los proyectos locales alineados con las políticas y prioridades europeas.

 

Hitos de un compromiso local

La Comisión Europea lanzó el que se denominó “Pacto de los Alcaldes” en 2008 con el objetivo de conseguir la participación y dar apoyo a las entidades locales comprometidas con los objetivos de la UE en materia de clima y de energía. En 2010, el Pacto reunía ya 2.000 municipios.

En 2012, la Comisión Europea, en el marco de la política europea de vecindad, amplió el Pacto a los países de la ribera sur del Mediterráneo, en los que creó oficinas de apoyo.

La iniciativa se complementó con otra que se denominó alcaldes por la adaptación y que suma a la reducción de emisiones otra línea de adaptación al cambio, que, en un grado o en otro, ya es inevitable y de hecho se está produciendo. Ambas líneas se fusionaron en 2015 en un acto que tuvo lugar el 15 de octubre en el Parlamento Europeo.

La nueva iniciativa es más ambiciosa y de mayor alcance: las ciudades se comprometen a respaldar activamente la implantación de objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 40% para 2030 y a adoptar políticas de adaptación y contra la pobreza energética. Además, la UE decidió extender el Pacto a todos los países del globo.

Desde 2016, el Pacto Mundial de los Alcaldes para el Clima y la Energía es el mayor movimiento de gobiernos locales, comprometidos con objetivos incluso más ambiciosos que los de sus propios Estados.

En 2017 se implantaron oficinas del Pacto en América del Norte, Latinoamérica y Caribe, China y el Sudeste Asiático, India y Japón, que completaron la red ya existente.

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